Casi a la altura de los viajes espaciales, es difícil imaginar un paso más atrevido o que cambie más la vida que dejar el agua para vivir en la tierra firme. Las dos áreas de vida son diferentes en tantos aspectos que trasladarse de la una a la otra requiere un cambio radical en casi todas las partes del cuerpo. Las branquias, que funcionan bien extrayendo oxígeno del agua, son inútiles en el aire, y los pulmones son igual de inútiles en el agua. Los métodos de propulsión rápidos y elegantes en el agua son peligrosamente torpes en tierra, y viceversa. No debe sorprender, por tanto, que los «eslabones perdidos» en esta región del registro fósil tengan un interés extraordinario. Afortunadamente las etapas transicionales de nuestro éxodo, cuando los peces emergieron a la tierra firme, están documentadas maravillosamente en el registro fósil. Los eslabones que antaño faltaban ahora abundan y embellecen nuestros museos. Para hablar de "peces" tenemos que recordar qu
«La vida es sólo un vistazo momentáneo de las maravillas de este asombroso universo. Es triste que tantos la estén malgastando soñando con fantasías espirituales» Carl Sagan.