Cuenta la historia que dos amigos iban por un desolado sendero a través de las llanuras, camino a Bagdad, era la época del siglo XII. Mientras hablaban de algo que para mucha gente no tiene demasiada (a veces ninguna) importancia... tropezaron de pronto con una persona que yacía en el suelo, con las ropas sucias y muy golpeado. –Denme algo de comida, por favor–, les empezó a decir, –soy uno de los generales de su rey, nuestra caravana ha sido atacada por bandidos del desierto y logré sobrevivir de milagro–. –Yo tengo 5 panes–, dijo Samir, uno de los dos amigos, –y yo tengo 3 panes–, dijo el otro. –Si comparten sus panes conmigo, mientras vamos camino a Bagdad, les pagaré con 8 monedas de oro por ellas, y serán ricos–, propuso el general. Estuvieron de acuerdo, he hicieron el camino hacia Bagdad mientras comían cada cierto tiempo un pan repartido entre tres. Cuando llegaron al reino, se presentaron ante el rey y el general le habló muy bien
«La vida es sólo un vistazo momentáneo de las maravillas de este asombroso universo. Es triste que tantos la estén malgastando soñando con fantasías espirituales» Carl Sagan.